Directrices de comportamiento

Las principales directrices de comportamiento de todos/as los/las empleados/as públicos/as son las siguientes:

  • Se les prohíbe recibir regalos y dádivas. Se exceptúan determinadas atenciones protocolarias y muestras de cortesía.
  • Se abstendrán de cometer abusos de poder, situaciones de ventaja o tratamiento de privilegio.
  • Se refuerzan los mecanismos de supervisión de la imparcialidad y la objetividad en los procedimientos de selección de personal y de contratación.
  • Se incide en el uso responsable y optimización de los recursos y medios públicos, tales como instalaciones, maquinaria, vehículos, teléfonos, ordenadores o fotocopiadoras, que deben ser usados solo en el ejercicio del cargo o puesto.
  • Se introducen nuevas exigencias para los cargos públicos en materia de incompatibilidades y de conflicto de intereses.
  • Se establecen criterios integrales para la aplicación de las disposiciones relativas a los viajes oficinais al exterior, haciendo especial incidencia durante los períodos electorales.

Asimismo, el personal empleado público cuidará con especial esmero el material a su disposición para el desempeño de las funciones que se le encomiende, haciendo uso de él únicamente para cometidos relacionados con su actividad profesional en la Administración. En especial, se esforzará por mantener limpio y ordenado su puesto de trabajo y por mantener una presencia física digna y decorosa.

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