El lenguaje administrativo suele ser técnico en exceso, poco flexible, repetitivo y rutinario. Para facilitar la comprensión, se debe buscar un lenguaje claro, sencillo, preciso, correcto y adaptado a la persona destinataria. La ciudadanía tiene derecho la que los textos administrativos sean claros y sencillos. Un documento administrativo sobrecargado y poco entendible puede producir confusión en las personas destinatarias hasta el punto en que, incluso, sean incapaces de tomar decisiones después de leerlo sin ayuda y asesoramiento.
Por el contrario, un texto administrativo redactado en lenguaje claro le permite al público destinatario encontrar sin dificultad aquello que necesita, comprender de forma fácil lo que encuentra y usar esa información con conocimiento y seguridad. Además, comunicar mejor evita errores, reduce costes y mejora la satisfacción de las personas usuarias. También permite comunicar de forma sencilla y clara aumenta la transparencia informativa, lo cual genera seguridad en los poderes públicos y en sus representantes.
Los consejos que recoge este proyecto se elaboraron con la aspiración de ser la primera tesela de un futuro mosaico en el que la Administración autonómica de Galicia trace criterios de simplificación para leyes y otra normativa, analice y resuelva los problemas de comprensión que presentan los textos técnicos, forme al personal encargado de redactar documentos y difunda las ideas que sostienen el estilo lingüístico sencillo a través de publicaciones y jornadas informativas.